Ingredientes para 2 personas:
- 8 sardinas grandes
- 200 grs. de jamón serrano
- 2 cebollas
- 1/2 pimiento rojo
- 4 patatas medianas
- perejil
- pan rallado
- aceite de oliva
Preparación:
Elegimos unas sardinas bien frescas, y las limpiamos quitándoles la tripa y la cabeza. A continuación metemos el dedo pulgar en cada sardina por la zona del vientre para quitar las espinas de la carne
Seguimos bajando hasta que lleguemos a la cola. Hacemos lo mismo por la otra parte de la espina y tiramos de ella con cuidado de que no arrastre carne consigo. Una vez llegamos al final, estiramos con un poco más de fuerza y se desprende totalmente.
Las zonas laterales de la sardina se cortaran con una tijera para eliminar las pequeñas espinas que quedan en la parte del vientre. Se lavan otra vez y se dejan escurrir bien. Salamos y reservamos.
Mientras vamos preparando la base de patatas y cebolla. Cortamos las patatas en rodajas finas y la cebolla la picamos. Freimos ligeramente todo junto y escurrimos.
En una cucharada de aceite de oliva pochamos la otra cebolla picada pequeñita junto con el pimiento rojo. Añadimos una pizca de sal y perejil picado y dejamos hasta que esté blandita.
Ponemos la capa de patatas en una fuente resistente al horno. Sobre ella, tres cuatro sardinas abiertas por la mitad y encima de éstas, una cucharada de la fritada.
Sobre el picadillo de cebolla, pimiento y perejil, colocamos una loncha de jamón serrano. Yo utilicé de la parte del codillo, ya que es la parte más jugosa y me parece que le da mejor sabor.
Cubrimos con otra sardina y espolvoreamos con pan rallado.
Vertemos un chorrito de aceite de oliva sobre las sardinas e introducimos a horno precalentado a 180º C durante unos 15 minutos. El resultado es un plato nutritivo, completo y delicioso !!!
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