Como sabéis se puede cocinar croquetas caseras de prácticamente cualquier cosa. Además de las típicas que todos hemos hecho alguna vez (pollo, cocido, jamón, bacalao…) se pueden hacer otras combinaciones que resultan buenísimas.
Tenía perdida una berenjena por la nevera, sin saber qué hacer con ella. Luego vi que tenía en el congelador un puñado de gambas y decidí aprovechar estos dos ingredientes. Resultado: unsas croquetas caseras deliciosas
Ingredientes:
1 berenjena.
1 cebolleta (o cebolla, si no tenéis cebolletas).
1 diente de ajo.
150 gr. de gambas peladas.
Pan rallado.
Huevos.
Harina (4 cucharadas grandes)
Medio litro de leche (aproximadamente).
Aceite de oliva, pimienta, nuez moscada y sal.
Elaboración:
Picamos la cebolleta y el ajo en trocitos muy pequeños. Picamos a continuación la berenjena y le añadimos un poco de sal. Por otro lado lavamos bien las gambas y las cortamos a trozos.
En una sartén con un poco de aceite de oliva pochamos la cebolleta y cuando ya esté dorada añadimos el ajo, dejamos que se vaya haciendo poco a poco sin que cambie de color. Añadimos la berenjena y la pochamos hasta que nos parezca que está hecha.
Lo sacamos todo y en la misma sartén echamos un chorrito de aceite de oliva. Cuando se caliente echamos la harina y dejamos que se tueste, sin dejar de removerlo. Una vez tostado añadimos las verduras de antes, las gambas y lo movemos. Cuando se mexcle todo bien añadimos la leche y removemos sin parar mientras espesa. Echamos un poco de pimienta blanca y una pizca de nuez moscada. Probamos y ponemos un poco más sal si hace falta. El punto de espesor es más o menos cuando la masa se despega sola de la sartén.
Volcamos la masa en una fuente y la dejamos enfriar.
Una vez fría vamos dando forma a las croquetas pasándolas por huevo y pan rallado.
Las freímos en abundante aceite hasta que están doradas.
A disfrutar!
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